Falsos autónomos y lo que conlleva serlo
Los falsos autónomos son trabajadores por cuenta propia que están dados de alta en el RETA pero a su vez son contratados por otra empresa para realizar un trabajo. Aún así sigue siendo un trabajo por cuenta ajena pero sin tener los derechos de un asalariado.
Esto supone un doble fraude a la Seguridad Social por parte de las empresas que realizan de forma fraudulenta estas prácticas. Las empresas se aprovechan de la tarifa plana para nuevos autónomos y evitan las cotizaciones sociales que tendrían que realizar si contratasen autónomos.
¿Cuáles son los sectores dónde crecen los falsos autónomos?
Según afirma UPTA, son casi 15.000 nuevos autónomos afiliados al RETA en 2023 en sectores de actividad en los que abundan los falsos autónomos. Los sectores donde más se da este fenómeno son las actividades profesionales y científicas con 325.000 activos, el de educación con 101.000 y actividades profesionales sanitarias con 135.908 nuevas altas. Esto hace un total de 561.908 falsos autónomos en estos sectores.
En el año 2020, había 508.304 profesionales y en tan solo tres años han crecido en 53.604, algo que sorprende mucho. El dato de los profesionales altamente cualificados es aún más inquietante. El aumento ha significado un crecimiento de casi 30.000 activos en este trienio.
El presidente de UPTA, Eduardo Abad afirma que “creemos que detrás de estos datos se enmascara un enorme crecimiento de falsos autónomos, clínicas sanitarias y compañías propietarias de hospitales privados que contratan autónomos en vez de trabajadores por cuenta ajena”.
¿Qué sanciones acarrean?
En el mes de febrero se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley 3/2003, de 28 de febrero, de Empleo, en el cual se elimina el apartado d) del artículo 148 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social. Esta supresión supone que la Inspección de Trabajo sea totalmente ejecutiva desde el momento en que se convierta en firme, sin necesidad de que un juez la reconozca. Si se da un fraude laboral las sanciones por contratar a falsos autónomos pueden alcanzar los 10.000 euros en su grado máximo.